Empiezo el reto de marzo (el mes final, final)
Hoy comienzo un nuevo reto con el que espero acabar El Mundo Anterior y te comparto un fragmento para celebrarlo
Como ya te conté, uno de mis objetivos de este año es escribir cada día (o al menos, el máximo número de días posibles, aunque avance poco). Para ello, haciéndome a la idea de cada mes es NaNoWriMo. Es decir, que cada mes me pongo el reto de escribir 50.000 palabras.
El reto del mes de febrero, como te conté, empezó regular, pero a lo largo del mes volví a reconectar con la historia y al final, ¡conseguí acabarlo!
De hecho lo acabé a un día de que finalizara el mes (el 28) y el día 29 finalicé febrero habiendo escrito 51.294 palabras. ¡Nada mal!
Cómo planteo mi reto de escritura de marzo
Por eso ahora que empezamos mes, me toca poner en marcha el reto de marzo, donde quiero llegar a las 50.000 palabras.
Calculo que eso es lo que necesito para acabar bien esta novela. Aunque es verdad que:
Nnca se me dieron bien hacer este tipo de cálculos.
La idea de que esta historia sea una bilogía, todavía sigue rondándome la cabeza.
De cualquier modo sé que el final se acerca porque estos días ya estoy más metida en el “mood” de ir resolviendo cosas y de pensar cómo puede terminar, más que en seguir abriendo vedas y metiéndome en jardines.
Pero, como siempre, tengamos en cuenta que soy una escritora brújula incurable, así que no descarto que la primavera traiga consigo algo que me haga cambiar el rumbo.
Y bueno, quizá ya lo has deducido por lo que has leído en el anterior párrafo pero, por si acaso, te lo confirmo (sin avergonzarme):
No tengo ni idea de cómo acabará esta historia
A ver, a ver.
Por si alguien (aunque lo dudo) se lleva las manos a la cabeza, diré que no lo sé de manera cristalina, pero sí que algo tengo en la mente.
Algo que, por supuesto, estoy abierta a cambiar si encuentro un camino que me enciende y me apasiona más porque, como ya te he contado alguna vez: a la primera persona a la que le debe importar tu historia es a ti. Así que, lo que escribo me tiene que motivar a mí primero, antes que a nadie. Y solo cuando trabajo de esta forma es cuando consigo cumplir mis objetivos.
Y como hoy poco más tengo que contar (seguramente cuando vaya avanzando con el reto tendré más dramas de escritra brújula), voy a compartirte un fragmento de la novela para acabar esta newsletter. ¡Espero que te guste!❤️️
—Ya vale. —Dax apartó el saco cuando lancé el último golpe.
La fuerza con la que iba a golpear me impulsó hacia adelante y trastabillé, aunque no me caí al suelo. Al darme la vuelta, él se había colocado delante del saco y me miraba con los brazos cruzados debajo del pecho.
—¿Llevas tres días ignorándome y ahora te preocupa que me haga daño?
Bajé la vista hacia mis manos, al no obtener respuesta de Dax, y empecé a quitarme las vendas.
—Han sido tres días de mierda, si me lo preguntas —él dijo aquello acercándose a mí y alargando sus manos hasta las mías.
Empezó a quitarme las vendas y yo le dejé hacer, mientras dirigía miradas rápidas a su pecho, que subía y bajaba tranquilo con cada respiración.
—No tienes que hacer esto.
—¿El qué? ¿Ayudarte con las vendas? Te las has apretado demasiado. No sé cómo no te han reventado los dedos —a medida que deshacía los vendajes, Dax iba enrollando la tela en sus manos.
—Me refiero a que no tienes que cuidarme.
Dax no respondió a eso. Y aunque no me atreví a mirarlo directamente, me di cuenta de que estaba sonriendo.
—Como si pudiera evitarlo —musitó, casi para sí mismo más que para mí.
—Podrías evitarlo si quisieras.
—Esa es la cosa, Maya —murmuró, justo cuando terminó de liberar mis manos—. Que no quiero.
Antes de despedirme, te recuerdo que ya puedes leer mi nueva novela, El viaje de Tessa, en Wattpad.
¡YA HEMOS SUPERADO LAS 1.000 LECTURAS!
Una novela new adult que habla sobre secretos familiares, la importancia de pertenecer, la familia encontrada, el amor, la amistad, la pérdida y mucho más.
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