Últimas reflexiones sobre #ProyectoAnterior
Te cuento las últimas reflexiones sobre el proceso de mi nuevo proyecto de escritura
Empecé #ProyectoAnterior a partir de una idea que se me vino a la cabeza por casualidad. Como me había atascado con la historia que empecé al aparcar #ProyectoPlanB, pero quería seguir manteniendo el objetivo de escribir todos los días (o al menos el máximo de días que pudiera), comencé con ello.
Me lo planteé como un juego. No tenía pretensiones de que fuera nada. Simplemente, quería estirar la idea a ver hacia dónde me llevaba. Pensé que acabaría siendo un relato corto, cinco páginas más o menos, y de repente, me descubrí a mí misma con ganas de seguir jugando y con ganas de explorar a partir de esa idea.
De ahí fueron surgiendo cosas que, sin darme cuenta, me fueron enganchando a la historia. Y ahora, sinceramente, es un proyecto bastante sólido, que me veo capaz de seguir (e incluso, aunque no quiero decirlo muy alto, de acabar).
¿Y cuáles han sido estas cosas que me engancharon más de la historia? Por ahora (apenas he pasado las 20.000 palabras de este proyecto) son dos principales. Te las cuento aquí:
#1. Un nuevo género:
Ya te he contado alguna vez que yo suelo escribir novela contemporánea. Me dio por jugar con la historia y la fantasía en #ProyectoPlanB y fue un desastre: se me da mal escribir magia. Me gusta mucho leerla, pero considero que diseñar un sistema de magia coherente es arduo y te tiene que gustar mucho escribir fantasía para hacer el esfuerzo de desarrollarlo.
Desde el principio, cuando pensaba que iba a ser un simple relato #ProyectoAnterior fue concebido como “distopía”. No me atrevería a encajar el proyecto en el género de “ciencia ficción”, pero sí que transcurre en el futuro y es algo con lo que yo no he experimentado nunca, pero que estoy viendo que me gusta mucho.
Para mí, tiene la ventaja sobre la magia de que, aunque implica hacer un trabajo de “worldbuilding” todo lo que ocurre debe ser creíble y factible. Es decir, que no hay magia, sino avances tecnológicos o formas de vida diferentes, a raíz de algún acontecimiento político, ambiental o social.
Esto hace que para mí sea mucho más fácil de escribir que la fantasía, lo cual no me entorpece tanto y no tengo esa sensación como que no avanzo o me estanco.
Así que creo que, puestos a escribir un nuevo género que no es contemporánea, la distopía me está resultando muy interesante. Y eso para mí es la regla número uno de cualquier proyecto que me plantee acabar: antes que a nadie, me tiene que gustar e interesar a mí (si no, mal vamos).
#2. Doble punto de vista
Cuando planteé #ProyectoAnterior como un relato, iba a estar narrado en primera persona y en principio, ni siquiera se iba a saber el nombre de la protagonista.
Pero conforme me fui adentrando en el relato y fui dándole profundidad, surgió la oportunidad de que hubiera un coprotagonista (que, si me conoces un poco, ya sabrás que es el interés romántico de la prota porque, ante todo, mis novelas tienen romance).
Así que, aquí se me ocurrió la posibilidad de probar algo que había leído en muchas novelas pero con lo que, en general, yo no había experimentado mucho, que es narrar la historia con un doble punto de vista.
Ya había probado a escribir capítulos aislados desde el punto de vista del coprotagonista en otras novelas, pero la mayoría de la historia siempre estaba contada por la protagonista. En este caso, he querido ceñirme a turnarlos y a que ambos puntos de vista tengan el mismo peso. Y la verdad, es una experiencia muy interesante porque me hace la escritura más dinámica.
También me ayuda a ser más atrevida y a darle dinamismo a la narración.
Por ejemplo, este doble punto de vista me ha dado mucho juego sobre todo a la hora de explicar lo que ha ocurrido durante una gran elipsis con la que el lector se encuentra después de los priemeros capítulos: poder contar cómo cada uno vivió lo que ocurrió desde su punto de vista y que el lector tenga la foto completa, sabiendo que a cada prota le faltan cosas por saber, me ha encantado.
Cuáles son mis siguientes pasos con #ProyectoAnterior:
A estas dos cosas que me tienen encantada con esta historia, se le suma una señal inequívoca de que este proyecto merece ser una novela terminada y es que ha llegado en mí ese punto en el que estoy constantemente queriendo escribir y, cuando no puedo hacerlo, estoy pensando y dándole vueltas a la historia.
Cuando la idea se me mete en la mente y en vez de agobio o no saber por dónde tirar, me hace sentir emoción y ganas de darle mil vueltas para conseguir evolucionarla y acabarla, es una señal inequívoca de que este, es un proyecto que merece la pena ser terminado.
¡Y ojalá la consiga, la verdad!
Así que, mis siguientes pasos son:
Terminar la to do list de la trama que tengo anotada hasta este momento: ya te dije aquí que esta es mi forma de organizarme al escribir (siendo yo una brújula incurable).
Escribir para llegar a la página 100: para mí, que un proyecto llegue a las primeras 100 páginas es otra señal de que el proyecto avanza.
Releer la historia desde el principio: siempre que llego a la página 100 de cualquier historia, empiezo a leer la novela desde el principio. Mi objetivo aquí es analizar el ritmo, ver que no se hace demasaido pesado, comprobar que no pierdo el hilo de lo que estoy contanto y detectar posibles agujeros de la trama (como personajes olvidados, línea temporal caótica, etc).
Antes de despedirme, te recuerdo que ya puedes leer mi nueva novela, El viaje de Tessa, en Wattpad
Una novela new adult que habla sobre secretos familiares, la importancia de pertenecer, la familia encontrada, el amor, la amistad, la pérdida y mucho más.
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